TEXTOS

1. Giusseppe Domínguez
2. Isabel León y Ana Matey

Una de las ideas clave de Fluxus fue que la creación contemporánea mantuviese un grado
determinado de musicalidad, entendida esta como la que hace alusión al hecho de que muchas
obras estén diseñadas como partituras, obras que puedan ser ejecutadas por artistas que no
sean el propio creador1. Que, de este modo, se convierte más bien en compositor.
La propuesta que hace Artón y Hatajo en su convocatoria EXCHANGE es una aplicación de esta idea de Musicalidad que caracteriza gran parte del arte conceptual, desplazando claramente el objeto
de la creación, obligando a trabajar, por otro lado, con la pieza de un artista que ha concebido
el trabajo, a modo de partitura o composición que le es entragada a un realizador, un
performer para que la lleve a cabo, recordándonos que, así, performer no corresponde con el
concepto más extendido – y no por ello acertado – de aquel que lleva a cabo sus propias
acciones concebidas por sí mismo.
Además de relacionarlo con esta desconexión o desdoble de la obra artística entre quien
concibe la obra y quien la concreta, esta propuesta pretende descubrir o poner de manifiesto la
pérdida de información que se produce en toda comunicación cuando el mensaje es
transferido; de manera que la información que llega no proporciona la misma acción que quien
la había concebido tenía originariamente en la cabeza.
No solo surge una pérdida de información inherente al traspaso de un mensaje, sino también
se produce al intentar fijar en texto (oral o escrito), una idea, un pensamiento. Es evidente
que este también es otro tipo de comunicación, la que ocurre entre el pensamiento y la
palabra, la que se produce entre la palabra escrita y la leída, la que se produce entre la
palabra leída y el pensamiento que reconstruye, como buenamente puede, el pensamiento que
la creó.
Esta cadena de mensajes de cerebro a cerebro se extiende más allá de un mero acto de
escritura/lectura al realizarse una acción que comunica el mensaje hacia los sentidos de los
asistentes a la performance, que, a su vez, transmiten las señales correspondientes a sus
intelectos que intentarán reconstruir aquel mensaje que se originó en la mente de alguien al
principio de esa larga sucesión de eslabones comunicativo.
Esta batalla contra la pérdida de comunicación, contra la incomunicación, incluso, contra los
malos entendidos y las malas expresiones, es dura y, en lugar de darla por perdida, nos
proponen jugar con ella como se jugaba al teléfono estropeado, pero también como se juega
seriamente cada vez que se escribe un poema, o cada vez que le susurramos algo bonito a
alguien al oído.

Texto de Giusseppe Domínguez, poeta, performer y gestor cultural independiente.

ENGLISH VERSION BELOW
¿Qué es la vida sino un puro y continuo intercambio? Ideas, pensamientos, emociones o sentimientos que compartimos con los demás por la vía del lenguaje y del gesto. La comunicación, que va de la mano de la incomunicación, es un tema serio y desconcertante, generador de disputas y malos entendidos, pero también generador de situaciones absurdas y divertidas. Aprendemos las palabras, sus significados, sus conjugaciones, construcciones... sin embargo esto no implica necesariamente que cada persona entienda lo mismo: “la comunicación implica interpretación”.

El proyecto EXCHANGE indaga en este tema a partir de una investigación cuyo eje es el arte de acción, partiendo de la “partitura” (o guión) de performance como mensaje que debe ser interpretado. La esencia del proyecto consiste, por tanto, en intercambiar partituras de performances para ser "interpretadas" y accionadas por diferentes artistas. Asimismo, en EXCHAGE investigamos sobre el intercambio de procesos y maneras de hacer y entender el arte.

EXCHANGE es un proyecto que incluye acciones en vivo, exposiciones,  documentación fotográfica y de vídeo acciones, debates y talleres. Consta de diversas fases y “versiones”, tratándose de un proyecto vivo y en crecimiento.

Hasta el momento, EXCHANGE ha sido acogido: en el Museo Vostell Malpartida, uno de los espacios referentes del arte de acción en nuestro país, en Sierra Centro de Arte espacio que ofrece residencias artísticas que investiguen el arte de acción y sonoro. Del 20 al 28 de Septiembre del 2013, estaremos en Madrid

Ana Matey (ARTóN) e Isabel León (Enclave de Acción)

What is life but a pure and continuous exchange? Ideas, thoughts, emotions or feelings that we share with the other by the track of the language and gesture. The communication, which goes hand in hand with the isolation, is a serious issue and disconcerting, generator of disputes and misunderstandings, but also funny and absurd situations. We learn the words, their meanings, their conjugations, constructions ... however this does not necessarily mean that each person understands the same thing: "the communication involves interpretation".

The EXCHANGE project explores this topic from a research whose axis is the art of action, based on the "score" (or dash) performance as a message that should be interpreted. The essence of the idea is, therefore, to invite artists to send scores of performances which we exchanged for that other artists might interpret and perform.

Exchange is a project that includes alive actions, exhibitions, photo documentation and video actions, discussions and workshops. It consists of various stages and "versions", when dealing with a project alive and growing. Also, EXCHANGE researchs about exchanging processes and methods of working and understanding art creation.

So far, EXCHANGE has been hosted: in the Museo Vostell Malpartida, one of the spaces on the art of action in our country, Sierra Art Center space that offers residencies to investigate the art of action and sound.

From 20th to 28th September 2013, we will be in Madrid.


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